Del texto al Hipertexto

Posted by Joaquín Jiménez Pérez On 10:48


Desde la invención de la imprenta, el texto impreso en todas sus variantes (libros, folletos, revistas, periódicos, etc.) ha sido el vehículo de transmisión de información y de cultura, por excelencia. Ni siquiera los medios audiovisuales han logrado desbancar el poder de la letra impresa y conviven con ella con igual o desigual ventaja en según qué tipo de información se trate. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, solamente en España la producción editorial en el año 2003 aumentó un 7,9% con respecto al año 2002 y, aunque en el año 2004 hubo una disminución del 16% con respecto al 2003, se produjo un aumento de la tirada media por título en un 6,5% (3.530 ejemplares). En 2005 volvió a aumentar la edición con respecto a 2004 en un 5%: 63.551 títulos de libros y folletos y 281.005.000 ejemplares publicados sólo en España en 2005, demuestran que la letra impresa no ha muerto, a pesar del auge, evolución y presencia constante de los otros medios (televisióncineradio, etc.) y a pesar del avance exponencial de los soportes digitales.
La denominación "sociedad de la información" tiene su razón de ser. Según un estudio realizado por Peter Lyman y Hal R. Varian de la School of Information Management and Systems de la Universidad de California, Berkeley, la cantidad de nueva información almacenada en todo tipo de soportes como papelpelículasoportes magnéticos y ópticos se ha duplicado en los últimos tres años. Se calcula que en 2002, el volumen de información recopilada en dichos soportes equivale a medio millón de nuevas bibliotecas cada una con similar tamaño a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. La información nueva almacenada en todo tipo desoportes alcanzó los 5 exabytes (5 millones de terabytes). El 92% de toda esa información se almacenó en medios magnéticos, principalmente discos duros.
Mientras que el uso de papel como soporte de almacenamiento de información creció un 36% en los últimos tres años (y ello no sólo debido a la publicación de libros, folletos, periódicos y revistas, sino en mayor medida debido al  imparable uso y abuso de impresoras y fotocopiadoras que son las responsables de la mitad de todo el volumen de papel generado), el soporte magnético aumentó un espectacular 80% en ese mismo período.
El medio de información que ha presentado una mayor crecimiento ha sido Internet. En el año 2003, 600 millones de personas en todo el mundo tenían ya acceso a la red. En 2000, la Universidad de Berkeley estimaba que entre 20 y 50 terabytes de información discurrían a través de la World Wide Web, mientras que en 2003, se calcula esta cifra ascendía ya a 170 terabytes, contando únicamente las páginas websfijas. Este volumen es 17 veces el tamaño de los fondos impresos de la Biblioteca del Congreso. (Para hacernos una idea aproximada de estas nuevas medidas de información, un terabyte equivale a 1.000.000.000.000 bytes que traducidos a un soporte físico como es el papel se materializarían en la tala de 50.000 árboles. La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos ocuparía 10 terabytes).
La aparición del hipertexto ha abierto la puerta a un debate renovado sobre los medios. La cuestión se suele centrar en considerar al hipertexto como un nuevo medio en igualdad de condiciones que los medios tradicionales, sin embargo, el hipertexto no es un nuevo medio, sino una mejora tecnológica con respecto a los otros medios y prueba de ello es que el hipertexto, y más concretamente, la hipermedia, integra los medios tradicionales y supone una trasformación profunda de todos ellos y, en particular, del texto impreso, subsumiendo las ventajas de la tecnología de la imprenta y añadiendo nuevas funcionalidades a las que ofrece ésta.
En la siguiente tabla se resumen las diferencias principales entre texto e hipertexto en relación a distintos factores como son la estructura de la información, el tipo de soporte, los modos de lectura y otros aspectos relacionados con el contenido, uso, etc.

TEXTO
HIPERTEXTO
Estructura de la información
Secuencial
No secuencial o multisecuencial
Soporte
Papel
Electrónico/Digital
Dispositivo de lectura
Libro
Pantalla
Forma de acceso
Lectura
Navegación
Índice/sumario del contenido
Tabla de contenidos
Mapa de navegación
Morfología del contenido
Texto e imágenes estáticas
Texto, imágenes estáticas y dinámicas, audio, vídeo y procedimientos interactivos
Portabilidad
Fácil de portar y usar
Es necesario disponer de un ordenador o un dispositivo especial de lectura
Uso
Puede leerse en cualquier sitio
Para leer se precisa una estación multimedia
El hipertexto no hubiera sido posible sin el desarrollo de la tecnología informática, no existe hipertexto sin la tecnología digital y su tratamiento con ordenadores y a este fenómeno tecnológico se ha sumado el desarrollo de las redes telemáticas. El aspecto tecnológico ha sido, pues, un factor decisivo para el desarrollo de este nuevo sistema de organización y acceso de la información. Pero cabría además preguntarse ¿existe algún factor de tipo conceptual que haya contribuido o haya hecho posible el surgimiento de este nuevo sistema? y ¿existe realmente lo que algunos autores han venido en denominar la nueva racionalidad del hipertexto?
P. Landow y los teóricos de la narrativa y la crítica hipertextual literaria, han puesto de manifiesto la existencia, desde la antigüedad, de una serie de elementos que existían en los libros impresos y manuscritos y que se pueden considerar como elementos precursores del hipertexto. No sólo en los textos antiguos encontramos citas y referencias bibliográficas, notas a pie de página y en los márgenes, índices y sumarios, etc. sino que existen una serie de obras como diccionarios y enciclopedias, que persiguen una aproximación al texto y un acceso y lectura no secuenciales, sino por asociación o que ofrecen un acceso distinto al texto que se aleja de una lectura y un acceso lineales.
Estos precursores del hipertexto o protohipertextos son:
 Notas a pie de página
 Citas literarias y referencias bibliográficas
 Notas manuscritas y marginales
 Diccionarios y Enciclopedias
El hipertexto hace posible, por un lado, asociar el uso de notas, citas, referencias, glosarios, anexos, etc. al texto principal, permitiendo acceder a todo este corpus de forma simultánea. Y por otro, el hipertexto hace posible la concreción de la gran biblioteca del conocimiento borgiana, esto es, permite compendiar todos los saberes humanos en un gran corpus de conocimientos que ahora puede estar accesible. Se trata del viejo ideal de losenciclopedistas del siglo XVIII y que se remonta a varios siglos antes.
Asimismo, los críticos de la narrativa hipertextual, se apoyan en la existencia de una corriente conceptual -que en los últimos 30 años ha cobrado gran vigencia gracias a las ideas de Barthes, Foucault y los filósofos postmodernos, que ha favorecido la importancia del lector y las denominadas obras abiertas. Estas teorías vendrían a confluir en el hipertexto, ya que éste permite poner un texto en relación con otros textos, analizarlo en contexto y unir obras literarias distintas, aunque se hallen separadas por el espacio y el tiempo. Esto ha dado origen, por un lado, a la existencia de una serie de obras hipertextuales enfocadas hacia la crítica literaria, y por otro, al surgimiento de una nueva corriente narrativa que explora las posibilidades del nuevo medio hipertextual.
El paso del texto al hipertexto se puede analizar, pues, como vamos a hacer aquí, desde 2 perspectivas distintas:
 Perspectiva tecnológica 
Del papel a la pantalla (dispositivos de lectura y escritura)
 Perspectiva conceptual:
Hipertexto en la literatura (el hipertexto concebido como lectura no secuencial, obra abierta, etc.)
De la enciclopedia al hipertexto (el hipertexto concebido como gran enciclopedia del conocimiento. El docuverso)

Aunque ambas perspectivas son a veces difíciles de separar, puesto que están indisolublemente ligadas y se condicionan una a la otra, como veremos a continuación.